San Martín de los Andes y la Patagonia en general es vista como una tierra fértil para escapar a la forma de vida de ciudad y todas las dificultades y críticas que comenzaron a florar en las últimas décadas. Cada vez son más los que se animan a dar un giro rotundo en sus vidas y comenzar desde cero en otro ambiente. En ese contexto es que nace Pueblo Chapelco, un desarrollo urbanísitico con características muy particulares que atrae la atención de muchos. Conocelo por dentro.
El desarrollo de Pueblo Chapelco comenzó en el año 2017, pero tuvo un fuerte impulso en los últimos meses con la compra definitiva de las tierras que están a 20 minutos del centro de San Martín de los Andes. Se tratan de 76 héctareas, de las cuales 24 se urbanizan y se acondicionan para la vida de familias. Tienen acceso por las calles Los Álamos, pero ya están en vista la concreción de otras calles de ingreso.
En diálogo con Diario 7 Lagos, Lucila Curutchet, una de las desarrolladoras de la urbanización, cuenta se piensa en el desarrollo del pueblo por etapas. La primera de ellas ya se cerró con la recepción de proyectos de familias que quieren construir su casa. Se estima que a finales de 2021 algunas familias ya podrán comenzar a vivir en el pueblo y con el correr del tiempo se irán cumplimentando las etapas de desarrollo del plan general.
Este espacio vanguardista por la calidad y forma de vida que ofrece será dividido en 250 lotes, el espacio está compuesto de 7 kilómetros de senderos dentro de la zona urbanizada, está atravesado por un arroyo, tiene bosque, miradores y vistas panorámicas que atraen a más de uno.
“Pensamos en un desarrollo sustentable, está todo pensado para que una persona pueda vivir ahí sin tener que ocuparse de todos aquellos inconvenientes que pueden implicar tomar la decisión de vivir ahí. La idea de Pueblo Chapelco es poder vivir una vida que uno sueña”, resume Curutchet.
Más allá de la conexión directa con la naturaleza, el pueblo se caracteriza por la generación de energía solar, la utilización de residuos forestales para alimentar a losas radiantes, la capacidad de contar con huerta orgánica, por mencionar algunos de sus principales pilares.
Además, se piensa en una zona comercial, de deportes y un tránsito vehicular en un circuito lento y de una sola mano. Para evitar aglomeraciones también se piensan en un transporte que podrá ir a buscar a los chicos para llevarlos a la escuela y evitar que muchos autos salgan a la vez.
Respecto del interés y el impacto que tiene en la gente esta propuesta de forma de vida, Curutchet asegura: “La gente que llega con interés ya atravesó un ciclo y eso está buenísimo porque no tenemos que convencer de nada. Es un pueblo de vanguardia con cosas ya resueltas para quienes quieren vivir así, una vida diferente”.
El valor de los lotes tiene la particularidad de no depender de los metros sino de la ubicación del mismo, la situación, la pendiente, la vegetación o si cuenta con determinada vista panorámica.
De esta manera este pueblo innovador se propone cumplir el sueño de muchos quieren vivir una vida diferente, en otras condiciones y sobre todo con tranquilidad.
